Los muebles de nuestros espacios también deben resaltar y ser los protagonistas de nuestra decoración. Para ello, el color de éstos será determinante. Consigue una combinación de mobiliario con decoración excelente, siguiendo estos consejos.
Una de las primeras recomendaciones, antes de revisar los colores perfectos para una decoración ejemplar, es crear contraste. De esta forma, tanto los muebles y colores de las paredes lucirán mucho más. La clave es saber combinar los colores neutros, cálidos y fríos con muebles claros, blancos u oscuros.
Maderas claras, gris y rosa: Estilo nórdico
El rosa empolvado y blanco roto en las paredes; y arena, gris y rosa en los muebles. Hay diferentes colores de madera, pero el que mejor va en esta gama es el tono madera clara. Esta combinación es ideal para crear un espacio agradable y sereno, con un toque muy elegante que evoca el estilo escandinavo.
Los muebles de madera clara y líneas rectas suelen ser piezas sobrias y funcionales. Si se utilizan los acabados al aceite o sin tratar, se podrá resaltar la textura natural de la madera. En cuanto a los estampados, puedes optar por tapicerías y cortinas lisas; y también puede introducir algún estampado discreto en un cojín, los geométricos son perfectos.
Además, los colores claros y neutros pueden ser unos grandes aliados. Los tonos blancos, grises, cremas, tostados, arenas, empolvados son perfectos para utilizar como fondo porque tienen una alta proporción de blanco y dan color. Estas alternativas permiten crear espacios de todos los estilos, desde clásicos a sofisticados.
Muebles blancos y rojos: Algo muy british
Esta combinación de colores mantiene su elegancia gracias a que los muebles y accesorios tienen un tono homogéneo. Los colores intensos, como rojizos y verdosos, se utilizan en interiores británicos para potenciar la fuerza decorativa y dar más calidez, compensando la falta de luz solar.
Los muebles suelen ser de colores claros y de inspiración clásica, muchos pintados en blanco o crema para destacar. En referencia al estampado, las flores, rayas y cuadros son una buena opción; puedes incluirlos en las telas o en un gran cuadro.
Los colores cálidos son la clave de este estilo, la paleta de estos colores como amarillos, anaranjados o rojizos subirán la temperatura del hogar. La gama de los amarillos es la más cercana al color de la luz solar y crea ambientes luminosos. Por su parte, los tonos rojos recuerdan al atardecer y las paredes, crean un ambiente acogedor y recogido.
Madera oscura y azul: Relajante y urbano
En un área con mucha luz natural o si lo que se busca es crear un ambiente “abrazador”, lo mejor será optar por muebles en tonos intensos. Además, si lo combinas con uno neutro los harás brillar aún más. Para los muebles oscuros, se requiere de un fondo claro para lucirse y que no opaquen el ambiente. Aplica el color intenso a una pared donde se apoyen pocas piezas.
En el estilo urbano, los estampados lisos y falsos lisos que no recarguen la decoración serán la mejor apuesta. También los tejidos de un solo color pero con textura como tricot o punto pueden funcionar muy bien.
Los colores fríos serán los grandes aliados de este estilo. Los tonos como azules, verdes o morados y combinados con colores contraste darán un resultado increíble. Puedes utilizarlos para aportar frescor a una estancia y ampliarla, porque los tonos fríos se alejan de la vista. Ahora que si agregas un poco de blanco obtendrás un plus de luminosidad; y también la combinación de colores fríos suaves con otros más intensos resultará en un espacio discreto y elegante.
Monocromático
Se trata de un color único como base y añadir matices con distintas tonalidades e intensidades. Por ejemplo, el lila como color predominante y algunos de sus tonos más claros, hasta violetas o morados para crear contraste. Si el espacio es pequeño una opción es combinarlos con blanco o tonalidades neutras.
Analogía
Hablamos de una forma de dar color a una estancia con matices muy bonitos y suaves. Consiste en reunir tres colores que son adyacentes en la rueda cromática (uno al lado del otro). De esta forma, se crea una armonía en el espacio y una decoración muy atractiva. Un ejemplo es el amarillo como color primario y combinarlo con tonos naranjas y verdosos.
Pares complementarios
Una opción muy llamativa y que aporta vitalidad a la estancia. Son colores que en la rueda cromática están situados uno frente al otro, y aunque son opuestos combinan muy bien en la decoración de interiores. Una idea es la combinación rojo-verde, azul-naranja y amarillo-violeta. Otra alternativa es comprar muebles como sillones o pufs y textiles de estos colores más vivos, y complementarlos con colores claros en paredes y en el resto del mobiliario; así se le da más luminosidad al espacio.
Colores holísticos
Son tonalidades que evocan calma y paz que recrean las tendencias actuales de centros holísticos de sanación y elevación espiritual. Los elegidos en este estilo son colores neutrales árticos, rosa rubor y marrones naturales. Estos tonos orgánicos fomentan la conexión, la salud y la vida; tonos simples que promueven el equilibrio y lo básico.
También los tonos suaves y románticos como amarillos pálidos, los verdes naturales, además de tonos de conexión con la tierra (marrones o rojos terrosos).
Colores juveniles
La recomendación son paletas osadas, vibrantes y atrevidas. La energía llega en tonos ardientes y colores vibrantes. Algunas opciones son naranja-amarillo y negro, aportan un sentido de vitalidad.
Tonos noche
Se trata de una serie de tonalidades que evocan la noche. Las tonalidades oscuras establecen una vía para conseguir este espacio sensual. La gama se enriquece con los tonos morados, azules nórdicos, neutros y dorados.
Ahora elige la mejor combinación entre el mobiliario, accesorios y demás para que la decoración de tus espacios sea todo un oasis de emociones y tonalidades que establezcan un estilo único en la decoración de tus espacios. En Mobydec queremos que tengas la decoración que soñaste, con los muebles que deseas a los precios que buscas.